La actividad física es importante para todas las personas, incluso para las personas con trastornos sanguíneos o hemorrágicos. El ejercicio habitual ofrece beneficios biológicos, psicológicos y sociales. La actividad física puede ser algo que realice en su vida cotidiana, como la jardinería, o ejercicios como nadar o jugar tenis.  

  

La actividad física cotidiana contribuye a lo siguiente:  

  • Desarrollar huesos, músculos y articulaciones sanos.  

  • Reducir la presión arterial.  

  • Elevar el colesterol de alta densidad (conocido como el colesterol ‘bueno’).  

  • Reducir el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón, enfermedades cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.  

  • Mejorar el bienestar psicológico, incluso la confianza en sí mismo y la autoestima.  

  • Reducir sentimientos de depresión y ansiedad.  

  • Reducir el riesgo de hemorragias articulares espontáneas.  

  • Mejorar la función mental, el desempeño escolar y el sueño.

Opciones de actividad física

Tipos de actividad física

Actividad física y trastornos hemorrágicos

Opciones de actividad física

Una rutina cotidiana de ejercicio es parte importante de una vida sana. Una rutina eficaz debería abarcar ejercicios aeróbicos (el tipo de ejercicio que hace latir más rápido al corazón), entrenamiento de fortalecimiento, y equilibrio y flexibilidad. Esta combinación ayuda a mejorar la movilidad y fortalece al cuerpo para reducir el riesgo de caídas.

Para obtener máximos beneficios hay que ejercitarse regularmente. El ejercicio moderado durante 30 minutos al día mantendrá al cuerpo sano y reducirá las posibilidades de esfuerzos o lesiones al sobrecargar demasiado al cuerpo durante rutinas de ejercicio poco frecuentes. Una rutina cotidiana de ejercicio variada puede tener un efecto positivo no solamente en su salud, sino también en la manera en la que se siente su cuerpo diariamente. La actividad física habitual también puede ayudar a incrementar la fuerza y mejorar la estabilidad de las articulaciones.

Los siguientes son algunos tipos de ejercicio y la forma en la que podrían ayudarle:

  • Ejercicio aeróbico: Apoya la reducción de la carga en articulaciones que soportan peso.
  • Entrenamiento de fortalecimiento: Incrementa la masa muscular y fortalece los tendones que soportan las articulaciones.
  • Equilibrio y flexibilidad: Mejora la postura y el rango de moción.

Tipos de actividad física

Conforme pase el tiempo, tal vez tenga que cambiar de una actividad a otra para adaptarse mejor a su cuerpo y sus necesidades. Al elegir una actividad es importante tener en cuenta la constitución general de su cuerpo, su historial de hemorragias pasadas, y el estado actual de sus articulaciones. Es probable que también quiera pensar en cómo responden sus articulaciones al tratamiento. Un fisioterapeuta o un profesional del ejercicio pueden ayudarle a crear una rutina de ejercicios segura para usted. Recuerde hablar con el equipo de su centro de tratamiento de hemofilia (HTC por su sigla en inglés) o con su proveedor de atención médica antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios. Las siguientes son algunas opciones de bajo impacto que podrían interesarle:

Caminata

La caminata es la manera más sencilla de realizar un ejercicio aeróbico moderado y de bajo impacto. Puede elegirse la intensidad y velocidad, y realizarse casi en cualquier lugar.

Ciclismo

El ciclismo, ya sea al aire libre o en una bicicleta estacionaria, dependiendo de su habilidad, es una excelente manera de realizar ejercicio aeróbico. Si tuviera problemas articulares podría considerar la posibilidad de realizar el ejercicio en una bicicleta estacionaria colocada dentro de una piscina. La flotabilidad elimina parte de la presión del movimiento del ejercicio, y la resistencia del cuerpo al moverse en el agua es suave para las articulaciones. Al hacer ciclismo, siempre use un casco y otro equipo de seguridad.

Natación

La natación constituye un excelente ejercicio aeróbico que también es de bajo impacto. La natación, u otro tipo de rutinas de ejercicio en el agua, como los acuaeróbics, ofrecen resistencia y flotabilidad que es más suave para el cuerpo y las articulaciones.

Tai Chi

Esta antigua tradición china es excelente para mejorar el equilibrio y afinar la conciencia mental. El énfasis en movimientos de balanceo lentos y suaves puede mitigar el dolor de la artritis.

Yoga

El yoga mejora tanto el equilibrio como la flexibilidad. Constituye una excelente opción de ejercicio, dado que la mayoría de las posturas de yoga pueden modificarse o adaptarse en caso de fuerza o movilidad limitadas. El estiramiento de las posturas mejora la flexibilidad, lo que ayuda a prevenir lesiones. Si bien la mayoría de los tipos de yoga son de bajo impacto, investigue cuál de ellos será el mejor para usted.

Pilates

Pilates es parecido al yoga, pero se enfoca más al control muscular. Constituye una excelente opción para alguien que busca una rutina de ejercicios de bajo impacto que pueda mejorar la fortaleza del tronco.

Los siguientes son algunos tipos de ejercicio y la forma en la que podrían ayudarle:

Actividad física y trastornos hemorrágicos

Analizando y planificando cuidadosamente usted puede maximizar los beneficios de la actividad física y minimizar sus riesgos. Si llegara a tener una hemorragia como resultado de su actividad física repórtela al equipo de su HTC o a su proveedor de atención médica. Un proveedor de atención médica puede orientarle sobre cuándo es seguro retomar sus actividades físicas.

Las siguientes son algunas cosas que tomar en cuenta al pensar en realizar actividades físicas:

  • Su capacidad actual y sus metas.
    • No se compare con otras personas. Se trata de usted y no de sus amigos o colegas.
    • ¿Qué tan cómodo(a) se siente con la actividad física? Una valoración honesta de su nivel de comodidad le ayudará a lograr sus metas más rápidamente.
    • ¿Qué quiere lograr al realizar actividades físicas? Establecer metas le ofrece un objetivo con miras al cual trabajar. Al crear un plan y llevar un registro de sus avances podrá saber cuándo ha alcanzado sus metas.
  • Antes de empezar hable sobre su actividad física con el equipo de su centro de tratamiento de hemofilia (HTC por su sigla en inglés) o con su proveedor de atención médica.
    • Sus registros de salud pueden ayudarle a establecer un punto de inicio para rastrear su avance.
    • El equipo de su HTC o su proveedor de atención médica pueden ayudarle con lo siguiente:
      • Hablar sobre actividades que ayudarán y no lastimarán a su cuerpo.
      • Sugerir maneras de modificar las actividades que desea realizar a fin de minimizar el riesgo de lesiones y hemorragias.
      • Repasar su plan de infusión, profilaxis u otro tratamiento y ayudarle a ajustarlo, en caso necesario, para adaptarlo al incremento en su nivel de actividad.
      • Ayudarle a adaptarse si llegara a lesionarse o a tener una hemorragia.
      • Abogar por usted. Pueden hablar con tus otros proveedores para ayudar a promover que seas físicamente activo y ayudarte a evitar riesgos.
  • Administrar tratamiento antes y después de actividades específicas disminuye el riesgo de una hemorragia.
    • El tratamiento profiláctico facilitará su participación de manera segura en muchas actividades, pero siempre existe la posibilidad de una hemorragia debida a una lesión o sobrecarga.
    • Hable con su proveedor de atención médica sobre cuándo administrar tratamiento con base en su actividad.
    • La actividad debería tener lugar poco después del tratamiento, cuando su nivel de factor de coagulación está más elevado. Dependiendo de la actividad física y de cualesquiera incidentes que pudieran haber ocurrido, podría ser necesario administrar tratamiento después de la actividad.
  • ¡No practique actividades mientras esté lesionado(a)!
    • Todas las lesiones necesitan tiempo adecuado para sanar. Si no se toma el tiempo necesario para recuperarse podría terminar con daños articulares o tisulares de largo plazo o permanentes.
    • Use el protocolo P.R.I.C.E. (Proteger, Reposo, hIelo, Compresión y Elevación).
    • Hable con su proveedor de atención médica sobre sus opciones de tratamiento y para determinar cuándo puede continuar con su actividad física.
  • Acondicionamiento. Cuando sepa qué articulación o músculo pudiera representar un problema puede trabajar para mejorar esa zona. Lo anterior se logra con las siguientes medidas:
    • Estiramiento. Esta es la parte del acondicionamiento que hace a sus músculos más flexibles y permite a sus articulaciones moverse con mayor libertad.
    • Fortalecimiento. Esta es la parte del acondicionamiento que incrementa su fuerza muscular para darle mayor apoyo a las articulaciones.

Si desea obtener más información sobre los deportes y los trastornos hemorrágicos, vaya a Jugar a lo seguro.