A medida que su hijo crezca, el compromiso con la escuela empezará a evolucionar, ya que su hijo, usted y/o la escuela pueden empezar a esperar más comunicación directa con los estudiantes y no tanto a través de los padres.  

Los padres y cuidadores siguen desempeñando un papel importante, pero también es una oportunidad para ayudar a su hijo a empezar a desarrollar más habilidades para comunicarse y abogar por sí mismo.  

Para obtener información básica sobre cómo colaborar con su centro escolar, visite nuestra sección Primeros pasos

 A medida que su hijo va pasando por la enseñanza media y comienza la secundaria, hay algunas cosas adicionales que debe tener en cuenta a la hora de comprometerse con la escuela.  

  • Hable con su hijo antes del comienzo de cada curso escolar para comprobar qué funciones asumirá cada uno en las conversaciones o comunicaciones con el colegio y qué es exactamente lo que hay que comunicar a los nuevos profesores, entrenadores y otros alumnos. 
  • Anime a su hijo a asumir un papel más importante cada año a medida que pase el tiempo, pero también esté abierto a sus sentimientos acerca de no querer hablar mucho sobre su sangre o trastorno hemorrágico. Analícelo con él para entender mejor por qué y cómo encontrar soluciones que garanticen la seguridad de su hijo y la preparación de la escuela.  
  • Practique esas conversaciones de antemano con su hijo o pídale que redacte los correos electrónicos que podría enviar a los profesores y que los comparta primero con usted para que le dé su opinión. 
  • Puede que no tenga sentido que su hijo sea siempre el principal comunicador, pero puede ser importante compartir con él lo sucedido durante las reuniones o después de cualquier comunicación escrita de la que no forme parte para pedirle su opinión sobre los pasos siguientes. 
  • Tenga paciencia. Los niños, los preadolescentes y los adolescentes pasan por varias fases de desarrollo durante este periodo, así que puede que tu hijo, que antes era extrovertido, ahora sea más tranquilo, pero puede que seis meses después todo vuelva a cambiar. Apóyale en su momento actual, pero sin perder de vista el fomento de su independencia a largo plazo.