Cuando se padece un trastorno hemorrágico, es habitual buscar ayuda para la salud física, pero ¿qué ocurre con la salud emocional? Su salud emocional es igual de importante. Las necesidades emocionales pueden cambiar día a día. En su salud emocional influyen muchos factores, como la edad, las experiencias, las estrategias y herramientas de afrontamiento y los sistemas de apoyo.

Visite estas secciones para saber más sobre salud emocional:

Comprender las emociones y la salud emocional

Repercusiones emocionales de padecer un trastorno hemorrágico

Encontrar recursos

Comprender las emociones y la salud emocional

La salud emocional implica comprender sus emociones y cómo afrontarlas. Hay muchas emociones diferentes, y es normal sentirlas todas en un momento u otro. De hecho, tener emociones forma parte de lo que te hace humano. Probablemente te has sentido feliz, triste, asustado, emocionado, aburrido y comprometido. No hay emociones "buenas" o "malas", aunque algunas pueden hacerte sentir más cómodo que otras. Tus emociones y su intensidad pueden cambiar en distintas etapas de la vida e incluso día a día.

Es importante aprender a identificar y expresar las emociones que sientes. Una vez que puedas hacerlo, serás más capaz de hacer frente a tus emociones. Ser capaz de afrontar las emociones te ayudará a tener una buena calidad de vida.

Emociones comunes

Usted podría sentirse:

  • Satisfecho(a)
  • Enojado(a)
  • Feliz
  • Triste
  • Solo(a) o solitario(a)
  • Cansado(a)
  • Eufórico(a)
  • Calmado(a)
  • Estresado(a)
  • Culpable
  • Empoderado(a)
  • Indefenso(a) o desesperanzado(a)
  • Confundido(a)
  • Confiado(a)
  • Resentido(a)
  • Agradecido(a)
  • Vacío(a)
  • Rebelde
  • Comprometido(a)
  • Incómodo(a)
  • Emocionado(a)

 

Las siguientes son algunas otras cosas que recordar sobre sus sentimientos:

  • No estás solo. Aunque la situación de cada persona es diferente, hay gente que entiende lo que sientes porque ha pasado por algo parecido.
  • Tus emociones y sentimientos son muy reales y válidos. Préstales atención.
  • Explorar y gestionar tus emociones es un proceso y no tienes por qué hacerlo solo.  Si tienes dificultades, es importante que busques ayuda en personas de confianza de tu familia. Entre ellas pueden estar los profesionales de la salud mental y el equipo sanitario, como el del hospital infantil.
  • Encontrar una red de apoyo y sentirse conectado a los demás es importante. Puede ayudar a aliviar la sensación de soledad. Su delegación local puede ser un buen punto de partida para conocer a otras personas de su comunidad.

Si desea obtener más información acerca de dónde encontrar su capítulo local, por favor vaya a NBDF Chapters | National Hemophilia Foundation

Ejemplos de formas en que el trastorno hemorrágico de su hijo puede afectar a sus emociones:

  • Sentirse estresado por las citas con el médico y los tratamientos
  • Sentirse abrumado por tener que informar a otras personas sobre su trastorno hemorrágico.
  • Sentirse solo porque se siente diferente de los demás
  • Sensación de agotamiento
  • Confusión sobre la planificación familiar
  • Sentir rabia por tener que prepararse para una hemorragia cuando se viaja
  • Sentirse agradecido por las personas de apoyo que ha conocido en la comunidad de trastornos hemorrágicos. 
  • Sentirse nervioso pero fortalecido al compartir su historia con los demás
  • Sentirse comprometido cuando se aboga ante los cargos electos
  • Sentirse seguro al asumir un papel de liderazgo en la comunidad de trastornos hemorrágico. 

El tratamiento de un trastorno hemorrágico le afecta a usted y a sus seres queridos. A veces puede parecer abrumador, pero la gestión de un trastorno hemorrágico también puede ofrecer oportunidades para aumentar la confianza y fortalecer las relaciones.

En este vídeo, escuchará las experiencias personales de quienes no sólo han superado los retos de tratar un trastorno hemorrágico, sino que han obtenido los beneficios de una actitud positiva.

Repercusiones emocionales de padecer un trastorno hemorrágico

Enfrentarse a un trastorno hemorrágico puede evocar muchos sentimientos y emociones. Si estás luchando con alguno de estos sentimientos, ¡no estás solo! Muchas personas con enfermedades crónicas padecen algún trastorno mental. Puede tratarse de trastornos como la ansiedad o la depresión. A continuación se describen algunas de las repercusiones emocionales de padecer un trastorno hemorrágico. 

Depresión

Se cree que la depresión afecta a alrededor del 9% de las personas con trastornos hemorrágicos.2 Las personas con trastornos hemorrágicos se enfrentan a los factores estresantes de la vida cotidiana combinados con su enfermedad crónica. Esto puede exacerbar los sentimientos de depresión. La depresión parece estar relacionada con las hemorragias, las visitas al hospital, la calidad de vida y el dolor articular.

Detectar la depresión

La depresión no son sólo unos días de mal humor y de sentirse decaído o triste. La depresión incluye sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza que pueden ser lo bastante fuertes como para interferir en la vida cotidiana.

El Instituto Nacional de Salud Mental tiene una lista de signos de depresión en adultos.

Las siguientes son algunas señales de depresión a las cuales estar atento(a)2:

  • Tristeza, llanto o lloro frecuentes.
  • Disminución del interés en actividades y pasatiempos.
  • Desesperanza.
  • Aburrimiento persistente o poca energía.
  • Aislamiento social.
  • Baja autoestima y culpa.
  • Aumento de la irritabilidad, el enojo o la hostilidad.
  • Quejas frecuentes de enfermedades físicas como dolores de cabeza, musculares y estomacales.
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
  • Cambios en los patrones de alimentación y/o sueño.
  • Pensamientos y expresiones de comportamiento suicida o autodestructivo.
  • Abuso de drogas o alcohol.
  • Intentos de suicidio o pensamientos de suicidio o muerte.

Abordar la depresión:

Es importante obtener ayuda si cree que está deprimido. Hable con su Centro de Tratamiento de la Hemofilia (HTC), proveedor de atención primaria o profesional de la salud mental acerca de los recursos y recomendaciones.  También puede encontrar información adicional en la sección Encontrar recursos.

 

Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más comunes en EE.UU.. En la comunidad de trastornos hemorrágicos, se cree que afecta al 10,1% de las personas.1 Las personas con trastornos hemorrágicos tienen preocupaciones e inquietudes de la vida cotidiana combinadas con su enfermedad crónica.  Esto puede exacerbar los sentimientos de ansiedad.  Al igual que la depresión, la ansiedad parece estar relacionada con las hemorragias, las visitas al hospital, la calidad de vida y los problemas de dolor articular en las personas con trastornos hemorrágicos.

Detectar la ansiedad

La preocupación y la ansiedad ocasionales son sentimientos que casi todo el mundo experimenta, especialmente en relación con acontecimientos vitales estresantes. La ansiedad implica preocupación y otros síntomas que no desaparecen y pueden empeorar. La ansiedad incluye síntomas como preocupación, inquietud y sentimientos de temor que interfieren en la vida cotidiana. El Instituto Nacional de Salud Mental tiene una lista de signos generales de ansiedad en adultos.

Las siguientes son algunas señales de ansiedad a las cuales estar atento(a)1:

  • Preocupación incontrolable.
  • Sentimientos persistentes de temor.
  • Sentirse temeroso o nervioso.
  • Cansancio.
  • Aislamiento social.
  • Aumento de la irritabilidad, el enojo o la hostilidad.
  • Quejas frecuentes de enfermedades físicas como dolores de cabeza, musculares y estomacales.
  • Dificultad para concentrase.
  • Cambios en el apetito o el peso corporal.
  • Cambios en los patrones de sueño y dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.

Abordar la ansiedad:

Es importante obtener ayuda si cree que sufre ansiedad. Hable con su Centro de Tratamiento de la Hemofilia (HTC), proveedor de atención primaria o profesional de la salud mental acerca de los recursos y recomendaciones. También puede encontrar información adicional en la sección Encontrar recursos.

Duelo

El duelo es una emoción muy normal, aunque fuerte, que se siente tras una pérdida. La pérdida puede estar asociada a una persona que fue importante en su vida o a la que apreciaba profundamente, pero también puede estar relacionada con un diagnóstico médico que usted o un ser querido hayan recibido. El proceso de duelo es muy personal. No hay plazos ni formas "correctas" o "incorrectas" de afrontar el duelo.

Etapas del duelo

El duelo es un proceso natural y complejo. Existen muchos modelos que explican la manera en la que una persona pasa por el duelo. Uno de los modelos más conocidos desglosa el duelo en etapas diferentes. No todas las personas experimentan las etapas en el mismo orden, y el proceso rara vez es lineal. Usted podría pasar por diferentes etapas a diferentes ritmos, y podría no sentir las emociones con la misma intensidad o en el mismo orden. Podría recorrer todas las etapas y luego volver al principio. Podría pasar de la etapa 1 directamente a la etapa 4. Podría permanecer en la etapa 2 durante mucho tiempo. Por difícil que sea, es importante permitirse pasar por el proceso de duelo y recordar que no está solo(a).

Negación

Poco después del choque del diagnóstico, la negación podría utilizarse para mitigar la realidad que se presenta. Durante esta etapa usted podría pensar, o incluso decir: “Esto no me puede estar pasando a mí”.

Enojo

Estos son verdaderos e intensos sentimientos de rabia. Pudieran estar dirigidos contra miembros de su familia, contra usted, contra sus amigos o contra los proveedores de atención médica.

Depresión

En esta fase, puede sentirse emocional y físicamente agotado por la experiencia. Puede tener sentimientos abrumadores de desesperanza, frustración, amargura o autocompasión. También puede llorar la pérdida de sus esperanzas, sueños y planes.

Negociación

Podría tratar de hacer un trato, de negociar o de prometerle al universo, preguntando: “Si hago esto, ¿te llevarás la pérdida?”.

Aceptación

Una vez que llega a esta etapa empezará a sentir que el enojo, la tristeza y el duelo disminuyen. Empezará a ver la realidad de la pérdida claramente y a reconocer el cambio de vida que ha ocasionado.

 

En años recientes, algunos investigadores también han añadido otra etapa: Encontrar significado, así como ‘reconstruir una nueva vida’.3 Señalan que al pasar por el duelo cambian la vida y las perspectivas, y esto algunas veces requiere construir una nueva vida.

Si bien estas son guías para ayudarle a darle significado a lo que está sintiendo, es importante reconocer cuándo pudiera necesitar apoyo adicional. En tales situaciones, buscar asesoría y orientación de un proveedor de salud mental podría ser provechoso.

Encontrar recursos

Es importante recordar que usted no está solo(a) y que siempre hay ayuda disponible. Asegúrese de tomar medidas si necesitara ayuda profesional.

Si desea obtener más información sobre recursos de salud mental consulte la Lista de recursos sobre salud mental.

Si desea obtener más información sobre recursos para personas en crisis consulte la lista de Líneas de ayuda inmediata sobre salud mental.

Si desea obtener más información sobre cómo controlar el estrés visite la sección El Manejo del estrés.

Si desea obtener más información sobre dónde encontrar su centro de tratamiento de hemofilia (HTC por su sigla en inglés) local utilice el Directorio de búsqueda (cdc.gov).

Si desea obtener más información sobre dónde encontrar su capítulo local visite NBDF Chapters | National Hemophilia Foundation.

Referencias

1. Anxiety and Children (2017, October). The American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. Retrieved from https://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/FFF-Guide/The-Anxious-Child-047.aspx 

2. Depression in children and teens (2018, October). The American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. Retrieved from https://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/FFF-Guide/The-Depressed-Child-004.aspx 

3. Kubler-Ross, D., & Kessler, E. (2014). On grief and grieving. London, England: Simon & Schuster. 

4. Kübler-Ross, E. (1970). On death and dying. New York, NY: Collier Books/Macmillan Publishing Co.