¿Por qué las personas empiezan a consumir drogas y alcohol? Puede ser debido a presiones sociales o buscando los efectos que estas sustancias tienen sobre el cerebro o el organismo. También podría ser una combinación de estas razones. Esta sección de Pasos para la vida se centra en cómo afectan al cuerpo las drogas y el alcohol, y en cómo asumir la responsabilidad si consumen drogas y alcohol.
Cómo afectan al cuerpo las drogas y el alcohol
Cómo afectan al cuerpo las drogas y el alcohol
Los riesgos del consumo de drogas y alcohol para las personas con un trastorno hemorrágico
Las distintas drogas tienen efectos diferentes en el organismo. Muchas pueden causar problemas de salud importantes, lesiones y accidentes, y pueden provocar dependencia y adicción, incluso a una edad temprana. Padecer un trastorno hemorrágico o sanguíneo añade riesgos adicionales.
El alcohol y muchas drogas pueden disminuir el juicio, la coordinación y el tiempo de reacción de su hijo. Esto puede provocar lesiones por conductas de riesgo o pérdida de equilibrio. Aunque algunos episodios hemorrágicos resultantes pueden ser leves, otros, como una hemorragia cerebral, pueden convertirse rápidamente en muy peligrosos.
El alcohol y algunas drogas actúan como diuréticos, lo que significa que hacen que el cuerpo pierda agua. Esto puede provocar deshidratación. Es mucho más difícil encontrar y acceder a una vena si el cuerpo está deshidratado. Esto puede impedir que usted o su hijo reciban la medicación necesaria para el trastorno hemorrágico.
El alcohol y algunas otras drogas pueden limitar la coagulación de la sangre. El trastorno hemorrágico de su hijo ya provoca que su sangre no coagule correctamente. Esto puede intensificarse con el consumo de ciertos fármacos y alcohol, lo que puede provocar episodios hemorrágicos importantes, peligrosos y a menudo difíciles de controlar.
Las drogas y el alcohol pueden interactuar con otros medicamentos. Estos pueden incluir la medicación para el trastorno hemorrágico de su hijo u otros medicamentos recetados que pueda estar tomando. La interacción puede hacer que la medicación deje de funcionar correctamente o tener efectos negativos en el organismo de su hijo.
El consumo prolongado de drogas y, especialmente, de alcohol puede ser perjudicial para el hígado. Las posibilidades de dañar el hígado con un consumo excesivo aumentan considerablemente si se padecen determinados virus, como el de la hepatitis C o el VIH. También aumenta si estás tomando ciertos medicamentos, como la terapia antirretroviral.
Asumir la responsabilidad
El consumo prolongado de drogas y, especialmente, de alcohol puede ser perjudicial para el hígado. Las posibilidades de dañar el hígado con un consumo excesivo aumentan considerablemente si se padecen determinados virus, como el de la hepatitis C o el VIH. También aumenta si estás tomando ciertos medicamentos, como la terapia antirretroviral.
Sáltese una bebida alcohólica y beba un poco de agua entre trago y trago de alcohol. También puedes beber despacio y comer mientras bebes. Elija opciones sin alcohol si siente que necesita tener una copa en la mano.
Tú decides qué es lo mejor para ti. Si no quieres beber, fumar o tomar otras sustancias, tienes derecho a negarte. Sin embargo, algunos de tus compañeros pueden intentar convencerte. Practicar lo que dirás si alguien te pide que participes puede ser útil. Además, hacer una lista por ti mismo de las razones por las que no quieres fumar, beber o consumir drogas puede ser útil si alguna vez te sientes presionado a hacer algo con lo que no te sientes cómodo.
Asegúrate de que ni tú ni tus amigos conducís bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Designa a un conductor que no consuma drogas ni alcohol y lleve a todos a casa sanos y salvos. Los peligros de conducir bajo los efectos de las drogas son muchos, e incluyen lesiones y pérdida de vidas, así como graves consecuencias legales, profesionales y personales.
Las drogas prescritas, las de venta libre y las ilegales pueden interactuar, creando a menudo una combinación peligrosa. Añadir alcohol a la mezcla aumenta aún más el riesgo de efectos negativos en el organismo, incluida la muerte. Pida información a su médico o farmacéutico sobre las interacciones entre medicamentos.
El hecho de que puedas o no consumir determinadas sustancias en tu estado depende de las leyes y normativas establecidas. La marihuana, por ejemplo, puede consumirse con fines recreativos en algunos estados, pero en otros puede requerir una receta médica o no estar permitida en absoluto. Para evitar cualquier consecuencia legal, es importante que conozcas las leyes de tu localidad.
El consumo de alcohol y drogas, incluidos muchos medicamentos con receta, puede provocar trastornos por consumo de sustancias y adicción, que afectarán a tu salud física y mental. Además, pueden afectar a los aspectos sociales, emocionales y económicos de su vida. Aunque la prevención es clave, es importante vigilar y actuar ante cualquier signo y síntoma de adicción. Existen muchos recursos y ayuda a su disposición. Un punto de partida es su Centro de Tratamiento de la Hemofilia (HTC).