Tener un trastorno sanguíneo o hemorrágico no quiere decir que no pueda mantenerse físicamente activo(a). Solo quiere decir que hay que tener cuidado con los tipos de actividades que elige y tomar algunas precauciones. Esta sección de Pasos para una vida se centra en los beneficios de la actividad física, los tipos de actividades disponibles, y lo que es necesario saber acerca de la actividad física para personas con trastornos hemorrágicos.

Esta sección de Salud Física cubre:

Beneficios de la actividad física

Tipos de actividad física

Actividad física y trastornos hemorrágicos

Beneficios de la actividad física

La actividad física es importante para las personas con trastornos hemorrágicos. La actividad física realizada de manera segura puede fortalecer su sistema musculoesquelético. Sus articulaciones serán más estables y es menos probable que tenga hemorragias y dolor. Trabajar con un fisioterapeuta y otros proveedores de atención médica de su HTC puede ayudarle a determinar las mejores actividades físicas para usted.

Los siguientes son otros beneficios de la actividad física:

  • Incrementa su nivel de energía.
  • Mejora su estado de ánimo y actitud, inclusive su autoestima y la confianza en sí mismo(a).
  • Mejora el sueño.
  • Ayuda al cuerpo a adaptarse a actividades habituales que podrían provocar una hemorragia y otras complicaciones, especialmente en articulaciones y músculos debilitados por falta de movimiento.
  • Incrementa la fuerza y la estabilidad de las articulaciones, lo cual puede reducir los episodios hemorrágicos y el dolor.
  • Disminuye la posibilidad de que se presenten otros trastornos, como la enfermedad cardiovascular.

Tipos de actividades físicas

Comprender los riesgos de ciertas actividades físicas puede ayudarle a tomar sus propias decisiones respecto a lo que es adecuado para usted. Al elegir un deporte o rutina de ejercicios es importante tomar en cuenta su tipo de cuerpo, su historial de hemorragias pasadas y el estado de sus articulaciones. No existe una respuesta única. Antes de iniciar una actividad hable con el equipo de su HTC o con su proveedor de atención médica.

Ejercicio

Una rutina cotidiana de ejercicio es parte importante de una vida sana. Una rutina eficaz debería abarcar ejercicios aeróbicos (el tipo de ejercicio que hace latir más rápido al corazón), entrenamiento de fortalecimiento, y equilibrio y flexibilidad. Esta combinación ayuda a mejorar la movilidad y fortalece al cuerpo para reducir el riesgo de caídas.

Para obtener máximos beneficios hay que ejercitarse regularmente. El ejercicio moderado durante 30 minutos al día mantendrá al cuerpo sano y reducirá las posibilidades de esfuerzos o lesiones al sobrecargar demasiado al cuerpo durante rutinas de ejercicio poco frecuentes. La actividad física habitual también puede ayudar a incrementar la fuerza y mejorar la estabilidad de las articulaciones.

Los siguientes son algunos tipos de ejercicio y la forma en la que podrían ayudarle:

  • Ejercicio aeróbico: Apoya la reducción de la carga en articulaciones que soportan peso.
  • Entrenamiento de fortalecimiento: Incrementa la masa muscular y fortalece los tendones que soportan las articulaciones.
  • Equilibrio y flexibilidad: Mejora la postura y el rango de moción.

Deportes

Ya sea que practique deportes de equipo, juegos recreativos u otras actividades como la danza, es probable que quiera tener en mente lo que podría pasar mientras los realiza. Incluso las actividades físicas más seguras conllevan riesgos.

Al analizar deportes, la clasificación de actividades de Jugar a lo seguro podría resultar una herramienta útil. Las clasificaciones no son recomendaciones y están basadas en estadísticas de la población en general. Se ofrecen clasificaciones para muchos tipos de actividades que van desde actividades de bajo riesgo a actividades de alto riesgo. Las opciones clasificadas con 1-2 indican que los beneficios de la actividad PODRÍAN ser mayores que sus riesgos.

Actividad física y trastornos hemorrágicos

Analizando y planificando cuidadosamente usted puede maximizar los beneficios de la actividad física y minimizar sus riesgos. Si llegara a tener una hemorragia como resultado de su actividad física repórtela al equipo de su HTC o a su proveedor de atención médica. Un proveedor de atención médica puede orientarle sobre cuándo es seguro retomar sus actividades físicas.

Las siguientes son algunas cosas que tomar en cuenta al pensar en realizar actividades físicas:

  • Su capacidad actual y sus metas.
    • No se compare con otras personas. Se trata de usted y no de sus amigos o colegas.
    • ¿Qué tan cómodo(a) se siente con la actividad física? Una valoración honesta de su nivel de comodidad le ayudará a lograr sus metas más rápidamente.
    • ¿Qué quiere lograr al realizar actividades físicas? Establecer metas le ofrece un objetivo con miras al cual trabajar. Al crear un plan y llevar un registro de sus avances podrá saber cuándo ha alcanzado sus metas.
  • Antes de empezar hable sobre su actividad física con el equipo de su centro de tratamiento de hemofilia (HTC por su sigla en inglés) o con su proveedor de atención médica
    • Sus registros de salud pueden ayudarle a establecer un punto de inicio para rastrear su avance.
    • El equipo de su HTC o su proveedor de atención médica pueden ayudarle con lo siguiente:
      • Hablar sobre actividades que ayudarán y no lastimarán a su cuerpo.
      • Sugerir maneras de modificar las actividades que desea realizar a fin de minimizar el riesgo de lesiones y hemorragias.
      • Repasar su plan de infusión, profilaxis u otro tratamiento y ayudarle a ajustarlo, en caso necesario, para adaptarlo al incremento en su nivel de actividad.
      • Ayudarle a adaptarse si llegara a lesionarse o a tener una hemorragia.
      • Abogar por usted. Pueden hablar con sus profesores, entrenadores e incluso otros proveedores de atención médica para ayudar a mejorar su nivel de actividad física y ayudarle a evitar riesgos.
  • Administrar tratamiento antes y después de actividades específicas disminuye el riesgo de una hemorragia.
    • El tratamiento profiláctico facilitará su participación de manera segura en muchas actividades, pero siempre existe la posibilidad de una hemorragia debida a una lesión o sobrecarga.
    • Hable con su proveedor de atención médica sobre cuándo administrar tratamiento con base en su actividad.
    • La actividad debería tener lugar poco después del tratamiento, cuando su nivel de factor de coagulación está más elevado. Dependiendo de la actividad física y de cualesquiera incidentes que pudieran haber ocurrido, podría ser necesario administrar tratamiento después de la actividad.
  • ¡No practique actividades mientras esté lesionado(a)!
    • Todas las lesiones necesitan tiempo adecuado para sanar. Si no se toma el tiempo necesario para recuperarse podría terminar con daños articulares o tisulares de largo plazo o permanentes.
    • Use el protocolo P.R.I.C.E. (Proteger, Reposo, hIelo, Compresión y Elevación).
    • Hable con su proveedor de atención médica sobre sus opciones de tratamiento y para determinar cuándo puede continuar con su actividad física.
  • Acondicionamiento. Cuando sepa qué articulación o músculo pudiera representar un problema puede trabajar para mejorar esa zona. Lo anterior se logra con las siguientes medidas:
    • Estiramiento. Esta es la parte del acondicionamiento que hace a sus músculos más flexibles y permite a sus articulaciones moverse con mayor libertad.
    • Fortalecimiento. Esta es la parte del acondicionamiento que incrementa su fuerza muscular para darle mayor apoyo a las articulaciones.

Si desea obtener más información sobre los deportes y los trastornos hemorrágicos, vaya a Jugar a lo seguro.